Implantes dentales
La implantología oral es la parte de la odontología que se encarga de estudiar todo lo relativo a los implantes dentales. Los implantes dentales son tornillos de titanio o zirconio que se colocan en el interior de los huesos maxilares y que sirven para reemplazar las piezas dentales naturales ausentes o para sujetar una prótesis removible.
La implantología oral tiene ya muchas décadas de experiencia y constantes evoluciones que perfeccionan y mejoran los tratamientos. Hoy con los avances de la ciencia y la tecnología, que son los dos pilares básicos de la implantología, podemos lograr que los pacientes que hayan perdido dientes y muelas recuperen la alegría, el buen humor y la satisfacción de masticar o hablar en público cómodamente.
Es bueno saber que no existe un solo tipo de implante dental, en el mercado hay diferentes diseños de implantes que están estudiados para solucionar diferentes casos de pérdidas de dientes y muelas.
Como es lógico suponer, no todas las bocas son iguales, de manera que los problemas que pueden presentar cada una de ellas no pueden resolverse de la misma manera.
Los implantes dentales nos dan la posibilidad de recuperar la dentición perdida, sea por la causa que sea, de forma funcional y estética.
Para ello tenemos a nuestro alcance distintas clases de implantes dentales:
- Convencionales: Que se deben dejar sumergidos dentro del hueso maxilar durante 4 a 6 meses antes de colocar la prótesis sobre ellos.
- De carga inmediata: En el mismo momento de colocación de los implantes en el hueso, se coloca la prótesis sobre ellos sin mediar tiempo de espera.
- Inmediatos: Se coloca el implante inmediatamente después de extraer la pieza dental afectada.
- De compresión: El orificio que se hace en el hueso maxilar es más pequeño que el diámetro del implante a colocar, que se va fijando a medida que se introduce en el maxilar.
- Mini implantes dentales: Para sujetar prótesis de quita y pon en casos en que el paciente no tiene una buena cantidad de hueso en espesor.
- Implantes ultracortos: Se utilizan en casos en que el paciente no tiene gran cantidad de hueso en altura
- De lámina: Son para casos geriátricos en donde el hueso está reabsorvido.
- Flexibles: Permiten ser colocados siguiendo el eje del hueso maxilar y luego flexionar el muñón para paralelizarlos entre sí.
Como hemos podido ver cada uno de ellos tiene una aplicación adecuada, es prácticamente imposible poder solucionar todos los casos que presentan nuestros pacientes con un solo sistema de implantes dentales.
Por supuesto que la elección del mejor sistema para solucionar cada caso surge de un exhaustivo estudio clínico, radiográfico y protético del paciente. Con los datos obtenidos de dicho estudio, el implantólogo confecciona un plan de tratamiento que se le planteará al paciente, y junto con él escogerán la solución más adecuada a sus necesidades. Hay que tener en cuenta que los implantes dentales no son la “panacea”, pero son una valiosa ayuda en la terápia de rehabilitación oral, por eso es innecesario padecer llevando dentaduras postizas que se mueven, causan llagas, se caen, lleven ganchos que rompen los dientes remanentes y nos transmiten sensación de inseguridad en nuestras relaciones sociales.
Si usted evita reír en público, mastica con dificultad los alimentos, tiene vergüenza de enseñar sus dientes o padece dolores bucales periódicamente, consúltenos su caso ya que seguramente los implantes dentales pueden ayudarle a mejorar su calidad de vida.